¿Has pensado muchas veces que no estás en el sitio adecuado? ¿Qué estás trabajando en algo que no te gusta? Desanimado y medio moribundo al levantarte… empiezas a preguntarte ¿qué estoy haciendo con mi vida? ¡Al fin aparece la gran pregunta! Pero te aterra la idea de salir de lo que ya conoces, de esa maravillosa zona de confort. En ocasiones, te miras al espejo y dices: pero a mi edad… ¿a dónde voy a ir, quién me va a contratar, cómo lo voy a hacer…? Mi familia me mata o se van a reír de mí cuando les diga que lo que realmente quiero es ser diseñador gráfico.

Preguntarse a uno mismo qué quiere para sí y para su futuro no es malo, ¡al contrario! Debería hacérselo más a menudo la gente y no ir como ovejas al matadero hacia la línea que nos han inculcado desde niños. Olvídate de lo que piense tus amigos, tu familia, del millón de euros que crees necesitar para poder empezar… No, eso solo son excusas…. aquí lo importante es encontrar tu verdadera vocación donde se es feliz y para ello, nunca se llega tarde, [txt_res txt=»la edad jamás es un impedimento para poder reinventarse»] y de eso sabe mucho y te va a contar con su historia Ana María Almendro fundadora de Frikymama.

¡Aquí te dejo con ella! Espero que disfrutes leyéndola tanto como yo 😀

Me habían hecho una encerrona en toda regla.

Sentada frente al director y el jefe de personal de la empresa, escuchaba perpleja como me comunicaban que me ponían una falta muy grave por expresa mi opinión (muy educadamente) de mi nuevo destino anti-conciliación laboral.

Mientras escuchaba sus vacías palabras, pensaba en el día en que podría abandonar ese suplicio y presión continua para dedicarme a mi recién descubierta pasión: el diseño web y el emprendimiento online.

Toda esta situación empezó cuando una mamá trabajadora fija discontinua con jornada reducida no quiso volver a su jornada normal de 8 horas o más, repartidas entre mañana, tarde y noche. Este es el sacrificado horario de un animador turístico. Un trabajo que llevada ejerciendo desde hacía 20 años, ahí es nada.

Yo creía que iba a ser el trabajo de mi vida porque disfrutaba con él. Pero también me daba cuenta que poco a poco me iba acomodando en mi zona de confort y todas las tareas se convertían en mecánicas y a las ordenes del jefe (bueno o malo) de turno con poca improvisación por mi parte.

SOBRE MI DESCUBRIENDO DEL MUNDO DEL DISEÑO WEB

Cada temporada se transformaba en un estrés ya que me las veía y deseaba para encontrar una niñera de confianza y que pudiera pagar con mi sueldo de 5 horas para que cuidara a mis dos hijos. Durante mis trayectos en el bus al trabajo, mataba los minutos leyendo blogs sobre entretenimiento infantil buscando ideas para desarrollar en mi lugar de trabajo (desde que fui mamá, me relegaron la mayor parte de mi tiempo a encargarme de los niños).

Y en esa búsqueda se me ocurrió la idea de crear un blog como escaparate para mostrar las actividades que hacia en el hotel con los niños y promocionar mis servicios de fiestas de cumpleaños y talleres infantiles. Ahí estaba yo. Una novata del mundo 2.0 leyendo como loca blogs de mi temática, participando en retos y diseñándome poco a poco un blog bonito. Tengo que decirte que no vendí ni un solo servicio de los que pretendía ni de otras ideas que tuve después como láminas y camisetas.

Pero durante este camino de errores, me di cuenta de lo que disfrutaba haciendo cambios en mi blog, aprendiendo a modificar los colores, fuentes, diseñando imágenes, escribiendo posts, moviéndome por la redes, descubriendo el SEO, conociendo compañeras virtuales en mi misma situación…Y así podría seguir hasta que las ranas tengan pelo.

Empecé metiendo mano a blogs de amigas virtuales que no tenían mucha maña para estas cosas.

Fui cogiendo confianza poco a poco y gracias a mi carácter de culo inquieto me fue creando una comunidad en torno a mi proyecto que confiaba en mi y con cada comentario, me gusta, me daban la vida.

Mientras que sucedía toda esta revolución dentro de mí, denuncié a mi empresa por discriminación por ser mamá y querer librase de mi de una forma tan sibilina. No te quiero aburrir con detalles . Solo te diré que justo a las puertas de entrar en el primer juicio, llegué a un acuerdo con ellos y con una correcta indemnización, pude empezar con más seguridad mi periodo como emprendedora online en prácticas.

UN CURSO QUE CAMBIÓ MI VIDA

Soy adicta a la formación al principio sufría un poco de titulitis.

No soy programadora, no estudie diseño gráfico ni marketing y me preguntaba muchas veces si habría alguien que confiara el diseño de su proyecto online en mí.

Para cubrir este hueco formativo hice varios cursos (diseño en wordpress, tuve una mentora en seo que fue un encanto, diseño de marca, marketing para emprendedores, como crear un crear un proyecto online….) pero para ser sincera lo que más me ha ayudado es mi experiencia y el equivocarme muchas veces.

Sin embargo si tengo que elegir un curso como punto de inflexión de mi camino hacia el emprendimiento real fue el curso de Photoshop para diseño gráfico. Ya sé que todas los diseñadores gráficos suelen usar diferentes programas del paquete Adobe, pero yo opté por ir un poco contra corriente y aprovechar al máximo esta popular aplicación y especializarme en ella.

Es más, al poco tiempo de terminar este curso, empecé a crear mi Curso enfocado a bloggers que deseaban poner Photoshop al servicio de su proyecto online desde 0 conocimientos.

LA GRAN MONTAÑA RUSA QUE ES EL EMPRENDIMIENTO

Ahora puedo decir con la boca grande que vivo al 100% de mi emprendimiento.

Con el paso de los meses he transformado y reconducido mi idea y público objetivo. He encontrado, por fin a las personas adecuadas que pueden llegar a pagar por mis servicios y cursos. No ha sido fácil. No todos los meses han sido buenos. He tenido mis momentos de duda y desmotivación pero con ayuda, tesón y constancia, siempre he conseguido darle la vuelta al problema.

Sé que podría a ver llegado antes a tener unos beneficios mensuales decentes pero me hubiera perdido todo las experiencias, tanto buenas como malas, que he vivido en el camino.

Tendría que haber empezado por formarme antes de poner en práctica mi idea, puede ser. También debería ser menos impulsiva y más estratégica a la hora de crear y lanzar productos y servicios (en este punto he mejorado mucho desde que empecé) pero entonces también sería menos yo.

Perdería mi toque personal, mi naturalidad y espontaneidad. Mi objetivo es buscar y encontrar el equilibro. Ese balance que te da paz y te reduce el estrés del día a día. Estoy en ello pero reconozco que trabajo demasiadas horas. Pero claro yo no lo veo un trabajo, bueno si , es mi trabajo porque me da de comer y paga mis facturas. Pero sobre todo es mi pasión, sin la que no me imagino mi día a día.

Empecé 2014 con un humilde blog en blogger que ha mutado en un proyecto emprendedor en wordpress donde ayudo a otra personas con mente emprendedora inquieta a tener una web atractiva, profesional y personal. Pero aunque el diseño web es el eje de mi proyecto, no puedo olvidarme de mis cursos y demás servicios para emprendedores.

Según mis hijos son «la mamá pegada a la pantalla», ya sea del portátil o del móvil. Pero esto me permite el disponer de la libertad que me da ponerme mis horarios y trabajar desde casa.

Me gustaría cerrar este post con una promesa a mis hijos (el mayor ya me hizo que le montará su propio canal de youtube, así que miedo me da): Prometo robarle horas a la pantalla y cambiarlas por juegos en el parque o lucha de cosquillas en el sofá.

Espero poder cumplirla con el tiempo porque sino este cambio de rumbo laboral tendría poco sentido. ¿No te parece?

Un saludo y mil gracias por leer mi humilde historia.