Hay una voz en ti que te habla claramente que te apasiona todo lo creativo, desde la parte más artesana e ilustrativa como las maravillas del arte digital. Por ello, viste en el diseño gráfico el conocimiento que necesitas para poder explotar tu creatividad y hacer tus propias creaciones.
Pero en el momento que investigaste más sobre esta profesión encontraste que dentro existe una gran diversidad de especialidades del diseño gráfico y ahí empezó tu lío en la cabeza. ¿Qué área es la mejor para mí? ¿Cómo encuentro mi lugar dentro de esta vocación gráfica? ¿Cómo voy a ser capaz de hacer mi cambio de estilo de vida y realizar lo que me apasiona si ni siquiera sé qué quiero hacer?
Pues no te hagas más preguntas, no te sientes más perdido, porque no estás solo y para demostrarte eso mismo tengo una invitada especial, Cristina Navarro de havingfun.
¡Bienvenida! Muchas gracias por aceptar entrar en mi casa y contar a mis lectores tu toma de acción creativa con tu historia.
Cuando lo leas, verás que ella misma vivió en su propia piel esa incertidumbre y a pesar de que el diseño, ni lo artístico era su profesión, ya que estudió empresariales, supo dar el salto y encontrar su lugar de felicidad donde desarrollarse y crecer creativamente.
¿Quieres saber cómo lo consiguió? ¡Sigue leyendo!
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Descubre la historia de Cristina y cómo consiguió encontrar su especialidad gráfica
No paraba de leer que para conseguir nuestras metas necesitamos foco, centrarnos, parar de ir de una actividad a otra. No encontraba la manera.
Durante muchos años mis múltiples pasiones me han llevado de un lado a otro… sin tener muy clara mi verdadera vocación.
Sabía que era una persona creativa, mi cabeza no paraba de tener ideas y había inventado múltiples negocios. Pero ninguno se concretaba.
Estudié empresariales, en la rama de marketing que era lo que llamaba mi atención en aquel momento, y trabajé durante 10 años en una empresa de ingeniería, haciendo informes y rodeada de números. Un trabajo muy poco creativo pero que ayudaba a pagar mis facturas.
Durante esos 10 años hice muchas cosas, viajé muchísimo, crecí como persona, pero dentro de mí sentía un vacío tremendo. A mi vida siempre le faltaba algo y ahora soy más consciente de que lo llenaba diseñando y creando para mó o para los demás. Diseñé las invitaciones de mi boda, adornos para decorar mi casa, restauré los muebles de mi primer hogar, dándoles mi toque personal…
Todas mis ideas estaban relacionadas con diseñar mis propios productos. Tenía la necesidad de hacer esa afición mucho más profesional. Entendí que era necesario aprender diseño gráfico.
Me esforcé en buscar a los mejores y me formé para saber utilizar las herramientas necesarias para diseñar. Hice cursos de Photoshop e Illustrator, con cursos online y otras las fui aprendiendo de manera autodidacta, a base de prueba y error. Tanto es así, que estoy segura de que me queda mucho por aprender, y es que en esta profesión, uno nunca acaba de saber suficiente.
Todo esto de la formación, estaba muy bien, pero había algo fundamental y que no se enseña en ninguna escuela prestigiosa. Necesitaba crear. Sacar toda mi creatividad y plasmarla en un objeto que tuviera mi propia identidad.
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Me sentía bloqueada, tenía los conocimientos pero no era capaz de materializarlos en nada. Fue una época un poco convulsa, y pensé en tirar la toalla varias veces. Pero me llamaba muchísimo la idea de crear. No, abandonar no era una opción.
Fue entonces, cuando sin saber ni siquiera lo que hacía, me topé con el Doodling.
El Doodling consiste en garabatear, hacer dibujos tal y como te salgan, seguir patrones para decorar formas… la verdad es que hay de muchos tipos.
Empecé rellenando formas con patrones, sólo con el objetivo de pasar el rato y divertirme. A día de hoy es algo que sigo usando, pues me relaja y me entretiene.
Con el tiempo conseguí coger soltura dibujando, y más confianza en mí misma. Empecé a quitarme bloqueos, ideas que tenía muy establecidas y no me dejaban avanzar. Miedos que me dejaban paralizada. El doodling quita presiones, porque los garabatos no son nada en realidad, pero también lo son todo.
Un garabato puede llegar a convertirse en un #diseño si sabes como tratarlo digitalmente @HavingFun__ Share on X
Con la práctica del doodling aprendí que no hace falta hacer un dibujo perfecto para crear un diseño.
Lo importante es que tenga tu propia identidad, tu propio estilo y que forme parte de alguna manera de ti mismo. Porque sino el diseño que hagas será uno más y pasará completamente desapercibido.
Al menos es lo que yo intento plasmar en cada uno de mis diseños. Una pizca de originalidad, que sólo se puede conseguir cuando el proceso es completamente tuyo, de principio a fin.
El doodling fue para mí el complemento perfecto a mi formación como diseñadora gráfica, ya que me permitió soltarme y aplicar todos los conocimientos en algo práctico y cuyo origen era completamente mío.[txt_res txt=»Fue en ese momento cuando me vi preparada para empezar mi web, Havingfun y mi emprendimiento como diseñadora gráfica.»]
¿En que consiste el doodling?
Me gustaría contarte más cosas de esta técnica. El Doodling es una técnica que consiste en garabatear. Un garabato o un doodle, puede parecer algo sin importancia. Y en realidad lo es, porque es un dibujo que hacemos sin darle mucha importancia, como nos salga, como si volviéramos de nuevo a ser niños. Pero ahí esta su valor. Al quitarle importancia nos estamos ayudando a destapar todas aquellas cosas que nos impedían crear.
Además, es una nueva forma de expresión. El ser humano usa varios canales de comunicación, y el que más usa es el verbal. Otro de ellos podría ser el dibujo, el garabato. A través del dibujo seguramente podemos comunicar cosas que de forma verbal a veces nos cuesta, porque la mente de las personas creativas va muy rápido de una idea a otra.
Gracias a los doodles conseguimos frenar. Tratar de explicar una idea con los dibujos nos ayuda a esquematizar e ir paso a paso.
Esta ventaja también es muy importante por ejemplo a la hora de planificar, cuando somos muy impulsivos y queremos llegar al final del camino de forma rápida. Si tratamos de explicar nuestro objetivo a través de dibujos seguro que nos tenemos mas claras las distintas etapas que tenemos que quemar antes de llegar a nuestra meta.
¿Cómo se puede doodlear?
Doodlear es muy sencillo, sólo necesitas un papel y un rotulador de punta final. Para empezar puedes hacer un calentamiento. Puedes empezar con las formas que más te atraigan, círculos, triángulos…llena toda la hoja de estas forma. Mi ebook tiene más de 40 ejemplos de este tipo y puedes descargarlo de forma completamente gratuita en mi web.
Después puedes probar a rellenar varios rectángulos y llenar cada uno de ellos con diferentes patrones. En mi página hay un tutorial para hacer un doodle paso a paso, ¿te atreves?
Si has superado estas dos prácticas y aún te sigue picando el gusanillo del doodling, consigue una libreta y dibuja todo lo que veas. Elige un tema cada día y prepara 5 o 6 dibujos de ese tema. Dibújalos como te salgan, son garabatos. Todos los dibujos son válidos. Piensa que no queremos una fotografía, queremos un dibujo. Si te parece muy complicado, simplifica.
Si sigues practicando tendrás cada vez más capacidad para crear, tu creatividad cada día será más productiva.
Puedes ir mezclando con otras técnicas y comprobando por ti mismo que un doodle se puede convertir en un diseño. Pero esta parte es mejor que cada uno la vaya descubriendo por sí mismo, una vez liberado de los bloqueos.
El doodling con el tiempo se ha convertido en una herramienta fundamental en mi trabajo. Me ayuda en mi vida diaria, no sólo a crear, también a organizarme, ya que lo uso también a través de mi bullet journal. Las personas creativas necesitamos técnicas que nos ayuden a centrarnos y enfocarnos, para no andar de aquí para allá sin rumbo fijo.
No perder la motivación también es importante para las mentes inquietas que necesitan novedad constante. Tener una actividad sencilla que puedes incorporar a cualquier cosa que hagas, es también una buena manera de no perder la atención por algo.
Tener algo tan sencillo con el doodling siempre a mano a mi me ha ayudado a no dispersarme, generar ideas y a organizarlas y expresarlas para poder plasmarlas en un producto final.
¡Muchas gracias Cristina por compartir toda tu vivencia y conocimientos! Tu experiencia seguro que ayuda a más de uno y además, ánimo a todos a empezar a usar el doodling para encontrar su creatividad y planificar cada uno de sus proyectos.
¿Ya lo has usado alguna vez? Yo confieso que es uno de mis métodos recurrentes para cuando siento mi bloqueo mental creativo, ¡y viene genial! A continuación te muestro un ejemplo de uno de mis garabatos en estilo libre en busca de la inspiración y la creatividad para un proyecto que me bloqueó. Te aseguro que me funcionó 😀
Y lo más importante, ¿en algún momento te sentiste perdido sin encontrar tu disciplina gráfica con la que experimentar y crecer cómo profesional? Si fue así, ¿cómo conseguiste encontrar tu especialidad?
¡A Cristina y a mí nos encantará conocer tu historia!
Te esperamos en los comentarios.